A comienzos del siglo XX, la ciudad de Sóller, con su pujante industria y sus famosos huertos de naranjos, tenía la necesidad de terminar con el virtual aislamiento que impedía su desarrollo. El majestuoso marco de montañas de su entorno y en particular la Sierra de Alfàbia impedía el transporte de viajeros y de mercancías con el puerto de la ciudad de Palma y con el resto de la isla, vertebrada ya por entonces, por una red ferroviaria mallorquina en crecimiento.
Fue un ciudadano de Sóller, el Sr. Jerónimo Estades, diputado provincial y hombre de negocios , que se hizo eco de la voluntad de los habitantes de Sóller para implementar un sistema ferroviario entre Sóller y Palma de Mallorca. Encargó inicialmente el estudio de un ferrocarril Palma-Sóller que pasaba por Valldemossa y Deyá. Se solicitó entonces la concesión de este ferrocarril en 1893. Sin embargo este proyecto fue descartado por el alto coste económico que representaba.
La construcción del ferrocarril fue encargada al contratista de obras Sr. Luis Bovio que compró a los Ferrocarriles de Mallorca una pequeña locomotora 020T construida en Inglaterra por «The Falcon Engine & Car Works Ltd.,Loughboroug» fabricada en el año 1891 y con el número de fábrica 198, esta pequeña locomotora se empleaba como tractor de maniobras en el puerto de Palma de la línea de tranvía que atravesaba la ciudad de Palma. A esta pequeña locomotora la bautizó con los nombres de sus hijas: «María Luisa».Tal ha sido el prodigioso servicio de esta locomotora, que aún hoy se recuerdan sus proezas durante la construcción del ferrocarril.
Las obras se iniciaron el 3 de junio de 1907 iniciándose los trabajos de forma simultánea desde Palma y Sóller. Al cabo de un año la brigada que había salido de Palma llegó a Bunyola, donde se enfrentaron con el principal reto de la línea: la Sierra de Alfàbia, que debía ser atravesada por un túnel de 2856 m que desembocara al otro lado del sinuoso “Coll de Sóller”. Varios túneles y trincheras tuvieron que ser excavados. El 19 de agosto de 1911 la victoriosa locomotora María Luisa había llegado al mirador “de’s Pujol de’n Banya”. Llegó el primer tren de obras a Sóller el 30 de septiembre del mismo año.
A la pequeña locomotora María Luisa le correspondió el privilegio de inaugurar la línea de forma extraoficial, llevando un coche salón prestado por la Compañía de los Ferrocarriles de Mallorca con los prohombres del proyecto concluido: el Sr. Jerónimo Estades, el Sr. Pedro Garau, junto con Antonio Maura el 7 de octubre de 1911.
La inauguración oficial, tuvo lugar el 16 de abril de 1912, siendo las locomotoras nº 1 «Sóller» y la nº 2 «Palma» las encargadas de llevar el convoy inaugural, mientras la nº 3 «Buñola» esperaba la llegada de sus homólogas a Sóller. Todo el material rodante del Ferrocarril de Sóller estaba en marcha ese día, las tres locomotoras de la Maquinista Terrestre y Marítima (M.T.M.) y los seis coches fabricados por Carde & Escoriaza. Ese mismo día una catástrofe marítima conmovió al mundo: Se había hundido en su viaje inaugural el legendario «Titanic».
Un año más tarde, se sumó una cuarta locomotora de la M.T.M. la nº 4 denominada «Son Sardina» (a finales de agosto de 1913).Este mismo año también llegaron los cuatro coches que quedaban del pedido inicial a Carde & Escoriaza.
El 4 de octubre de 1913 se inauguró la línea del primer tranvía eléctrico de Mallorca entre Sóller y el Port de Sóller.
El Tranvía de Sóller se empezó a construir tras haberse inaugurado la línea de ferrocarril de Palma a Sóller. El proyecto de esta línea lo diseñó y dirigió D. Pedro Garau, y se tendieron 4.868 metros de vía. Como obra de fábrica se destaca el puente de hierro sobre el “Torrent Major” que fue construido por la Maquinista Terrestre y Marítima.
El tranvía dispuso en un principio de una central eléctrica propia que se situaba en la propia estación de Sóller. Dicha central estaba alimentada por un motor de explosión de 65 caballos que accionaba una dinamo de la casa Siemens-Schuckert dando una corriente contínua de 600 voltios.
Aunque el tranvía de Sóller estaba pensado para el transporte de pasajeros, fue utilizado también para el tráfico de mercancías hacia el puerto. En un pequeño vagón isotermo se transportaba el pescado fresco del Port a Sóller y en remolques se llevaba carbón a la antigua base militar de submarinos del Port de Sóller, a la fábrica de «el Gas»; así como minas y torpedos transportados desde el polvorín de Caubet.
Los tres automotores de tranvía numerados del 1 al 3 y sus remolques 5 y 6 son los originales de 1913 que fueron encargados a la casa zaragozana Carde & Escoriaza. Las jardineras se adquirieron de los tranvías de Palma en 1954.
Además, el Tranvía de Sóller dispone de cinco automotores de tranvías provenientes de Lisboa, numerados del 20 al 24, adaptados al ancho de vía 914mm.
El 14 de julio de 1929 se inauguró la tracción eléctrica entre Palma y Sóller, cientos de personas acudieron para dar la bienvenida al convoy inaugural, pudiendo realizarse ya en 1930 los primeros servicios turísticos directos Palma-Puerto de Sóller en viajes que combinaban el tren y el tranvía. Cuatro flamantes automotores Carde & Escoriaza-Siemens Schuckert-Brill de 33 toneladas y 360 caballos de potencia cada uno.